Santa Catalina, una marca referente de la gastronomía
ROBERTO BUSCAPÉ 29.12.23
Imagina un lugar donde el tiempo se detiene y los sabores te transportan a una época de tradición y autenticidad. Ese lugar existe y se llama Santa Catalina, una finca escondida en la isla de Menorca, donde cada rincón está lleno de historia y cada bocado es un homenaje a la tierra. Antes conocida como Santa Caterina de Dalt, esta joya menorquina se encuentra en un paraje de ensueño, rodeada de bosques de encinas y en la serenidad del Parc Natural de s’Albufera des Grau.
Con 140 hectáreas de tierra fértil, Santa Catalina es un faro de sostenibilidad, dedicando 80 hectáreas al cultivo que respeta el medio ambiente. La finca, abrazada por paisajes como es Capell de Ferro y Na Vermea, forma parte de los llocs de Favaritx, donde el aroma de la tierra y el susurro del viento entre las encinas te envuelven en un abrazo natural.
Josué Martí Guardia y Ester Camps Triay son los guardianes de este tesoro, artesanos con las manos llenas de sabiduría y el corazón anclado en el campo. Ellos han heredado y perfeccionado la tradición de generación en generación, y se refleja en cada queso, en cada loncha de sobrasada, en cada producto que sale de Santa Catalina.
El Queso Mahón Menorca es el alma de la finca, con sus variedades Semi, Curado y Añejo que cuentan historias de sabor únicas. Pero la finca también es hogar de la Sobrasada, con sus variantes que van desde la tierna hasta la picante, y de embutidos como el CarniXua y el Chorizo picante ahumado, que son pura pasión en forma de sabor.
Los premios no se han hecho esperar, y es que Santa Catalina ha sido reconocida por su excelencia tanto a nivel local como nacional. El Consell Insular de Menorca y el Salón Gourmet han aplaudido la calidad y constancia de sus productos, otorgándoles premios que son el reflejo del amor y el cuidado que Josué y Ester ponen en su trabajo.
Pero Santa Catalina no es solo un lugar para comprar manjares, también es un punto de partida ideal para conocer la historia y la biodiversidad de Menorca. Abierta de lunes a sábado, desde allí puedes conocer cercanas calas de aguas cristalinas, campos de cultivo y bosques increíbles, dentro del Parc Natural de l’Albufera des Grau. Sin duda, un viaje a través de la belleza natural, histórica y cultural de la isla.
Santa Catalina es más que una finca; es un santuario culinario que celebra la tradición, la pasión y la calidad. Cada producto es un testimonio de la dedicación de Josué y Ester y de la riqueza de la tierra menorquina. Es un lugar donde cada visita es una experiencia gastronómica única, un viaje por la esencia de Menorca.