
Este mes de marzo de 2025, hemos elegido Logroño como la localidad gastronómica del mes. Enclavada en el corazón de La Rioja y bañada por el río Ebro, esta ciudad es conocida por su estrecha relación con el vino y la gastronomía. Logroño no solo es la puerta de entrada a algunas de las bodegas más prestigiosas de la Denominación de Origen Rioja, sino también un destino donde la tradición del tapeo y el buen comer forman parte de su esencia. Sus calles están repletas de tabernas, mercados y restaurantes donde se puede disfrutar de la riqueza culinaria de la región.
Hablar de Logroño es hablar de vino. La ciudad se encuentra rodeada de viñedos que dan origen a algunos de los caldos más prestigiosos del mundo. No es casualidad que Logroño se haya convertido en una auténtica "Enópolis", un lugar donde el vino es más que una bebida: es una forma de vida.
Para los amantes del enoturismo, las bodegas locales ofrecen experiencias únicas: visitas a calados históricos, catas guiadas y rutas teatralizadas que desvelan los secretos de la elaboración del vino. Destacan bodegas como Campo Viejo, Franco-Españolas o Viña Ijalba, cada una con su propio encanto y filosofía. Además, espacios como el Centro de la Cultura del Rioja o el Consejo Regulador de la DOCa Rioja permiten sumergirse en la historia y tradición vitivinícola de la región.
Uno de los mayores atractivos gastronómicos de Logroño es, sin duda, su icónica Calle Laurel. Con más de 60 bares y tabernas, este enclave es el epicentro del "chiquiteo", una tradición local que consiste en recorrer los bares degustando pinchos acompañados de una copa de vino.
Cada establecimiento tiene su especialidad: desde los famosos champiñones a la plancha de "Bar Soriano" hasta el "cojonudo" (huevo de codorniz, chorizo y pimiento) de "Blanco y Negro". Otros imprescindibles son las patatas bravas de "Jubera" o las gildas de "La Aldea". Sin duda, recorrer esta calle de principio a fin es una experiencia difícil de olvidar.
Para quienes buscan una experiencia más sofisticada, Logroño cuenta con una excelente selección de restaurantes de alta cocina. Entre ellos, destacan los galardonados con estrella Michelin, que ofrecen propuestas innovadoras sin perder la esencia de la cocina riojana. Uno de los más emblemáticos es "Ikaro", dirigido por Carolina Sánchez e Iñaki Murua, cuya cocina fusión sorprende con cada plato. Otra opción destacada es "Kiro Sushi", un exclusivo restaurante japonés donde la calidad del producto es protagonista absoluta. Y para los amantes de la cocina de autor con raíces tradicionales, "Venta Moncalvillo" es una opción obligada a pocos kilómetros de la ciudad.
El Mercado de San Blas, conocido también como la Plaza de Abastos, es el lugar ideal para descubrir los productos frescos de la región. Aquí se pueden encontrar las famosas verduras de la huerta riojana, carnes de primera calidad y quesos artesanales.
También es un punto de encuentro para chefs y foodies, quienes buscan ingredientes de proximidad para sus creaciones. Productos como los pimientos del piquillo, los espárragos o las alcachofas son solo algunos de los imprescindibles en la cocina local.
Logroño no solo es sinónimo de buena mesa, sino también de cultura y tradición. Su Casco Antiguo está repleto de historia, con joyas arquitectónicas como la Concatedral de Santa María de la Redonda o la iglesia de Santiago el Real, donde los peregrinos del Camino de Santiago hacen una parada obligada. La ciudad también ofrece una vibrante escena cultural con festivales, exposiciones y eventos gastronómicos que se celebran durante todo el año. Entre ellos, destacan las fiestas de San Mateo en septiembre, donde la ciudad entera se llena de celebraciones en honor a la vendimia.
Con una oferta gastronómica tan rica y variada, Logroño se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para los amantes del buen comer y del buen beber. Ya sea disfrutando de un sencillo pincho en la Calle Laurel, descubriendo la alta cocina riojana o visitando sus prestigiosas bodegas, esta ciudad tiene algo para todos los paladares.
Si a esto sumamos su hospitalidad, su entorno natural y su vibrante vida cultural, no cabe duda de que Logroño es una parada obligada para cualquier viajero que desee saborear lo mejor de la gastronomía española. No pierdas la oportunidad de brindar por la vida en Logroño, nos lo agradecerás.
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