Como Cabras, el nuevo delivery del chef Javier Aranda, estrella Michelin
IRENE SÁNCHEZ 11.01.21
Aunque su restaurante Gaytán fue uno de los primeros estrellas Michelin en abrir sus puertas tras el confinamiento, Javier Aranda no ha querido dejar de aportar su granito de arena a una nueva tendencia hostelera que ha llegado para quedarse. Su nuevo servicio delivery funciona los jueves y viernes noche y los sábados y domingos todo el día a través de la web chefjavieraranda.com y del perfil @comocabrastakeaway, da servicio a un amplio radio del centro y el norte de Madrid e incluye aquellos platos emblemáticos de su trayectoria profesional que mejor viajan y que permiten al cliente hacer una comida o picoteo informal en casa sin tener que complicarse la vida, ya que no necesitan ser regenerados en el horno o el microondas y apenas requieren un sencillo montaje.
En su propuesta, que irá variando periódicamente, pueden encontrarse algunos de los clásicos más demandados de su antiguo gastrobar La Cabra, como el croissant de cocochas al pilpil o el bocadillo de calamares a la inversa, una original propuesta a base de pan suflado relleno de mayonesa de lima y jalapeño con los aros de calamar de potera –unos a la andaluza y otros a la plancha– por fuera. También hay platos icónicos de Gaytán, como la minihamburguesa de steak tartar con pan de tomate, el taco de pato Pekín –uno de los pases del exitoso menú de 2018 en el que homenajeaba a la ruta de la seda y las especias y que consiste en un taco de hoisin crujiente con confit de pato, pepino y puerro– o la costilla de ternera, actualmente en carta. De postre puede elegirse entre la icónica torrija de La Cabra –de pan brioche– o una tarta de queso entera, para hasta seis raciones.
COCINA PARA NOSTÁLGICOS
Formado en El Bohío, Ars Vivendi, Urrechu, Santceloni y Piñera –donde fue jefe de cocina y recibió el premio al Cocinero Revelación de Madrid Fusión con solo 25 años–, Javier Aranda abrió su primer restaurante propio en 2013: La Cabra, donde en apenas un año consiguió su primera estrella Michelin. En 2016 inauguró un segundo local, Gaytán, que en tan solo cinco meses fue también galardonado con el preciado astro de la Guía Roja. Javier se convirtió entonces, a sus 29 años, en el chef más joven del mundo en conseguir una estrella Michelin en cada uno de sus restaurantes y en el único que lo ha hecho en tan poco tiempo. En ese momento, decide diversificar sus negocios y su alma creativa y empieza a desarrollar su cocina más personal y vanguardista en Gaytán, mientras que La Cabra se convierte en un moderno gastrobar en el que dar rienda suelta a su lado más canalla. Como Cabras, su nuevo delivery, es por tanto una suerte de retrospectiva de su meteórica carrera, ya que recoge algunos de los platos más recordados por sus incondicionales, además de una alternativa diferente, divertida y de calidad para comer en casa.
NOVEDADES EN GAYTÁN
Por su parte, Gaytán (Príncipe de Vergara, 205) ofrece esta temporada una propuesta gastronómica más madura y meditada que nunca en la que destacan platos como el maíz con sabayón y chile dulce –en cuatro secuencias–; el huevo con foie y pad thai de champiñón –que se mantiene de la temporada pasada a petición popular–; el Royal de céleri y tórtola; la cebolleta tierna cocinada en caldo de ibérico, consomé de garbanzo tostado y bacalao; la nécora a la donostiarra o la costilla de ternera a baja temperatura con emulsión de espinacas y zanahoria baby –que se ofrece en Como Cabras debidamente adaptada al delivery–. La cocina está arropada por un servicio de sala sobresaliente, por una bodega renovada que incluye vinos muy especiales de proyectos curiosos y valientes y por tres estaciones temáticas: una de fermentados caseros para tomar de aperitivo, otra de tés e infusiones con más de 25 variedades escogidas entre las mejores del mundo y otra de postres, con una variedad de tartas y petit fours de manufactura artesanal. Además, y por primera vez desde que se inaugurara el restaurante en 2016, Gaytán cuenta con terraza: un vergel apartado del trajín urbano con capacidad para 30 comensales –la misma que en la sala– y acondicionado para poder disfrutarse durante todo el año.